sábado, 28 de mayo de 2011

Taller nº3 Ensayo


Taller nº 3
Por un pituto, por un pituto…..
Difícil resulta en estos tiempos entender lo que expresó Gabriela Mistral hace más de 80 años en uno de sus escritos: “No hay más aristocracia, dentro de un personal que la aristocracia de la cultura, o sea de los capaces”.
¿Qué se desprende de esta expresión hoy en día?, lamentablemente pienso que muy poco, si se lleva a la realidad, a lo cotidiano. Con sólo mirar a nuestro alrededor, partiendo en el ámbito educacional del cual formo parte se aprecia que muchas personas que se desempeñan en él no tienen las capacidades mínimas para estar allí. ¿Pero cómo llegaron éstos a sus puestos de trabajo?, muy simple, por una palabra muy conocida por todos y que talvez en más de una oportunidad hemos hecho uso y sacado partido de ella: El pituto.
A mi entender no es condenable llegar a un trabajo a través de un contacto, lo que es impresentable es cuando una persona de forma evidente no cumple con las competencias exigidas para el cargo y permanece allí sólo y exclusivamente por un compadrazgo, quitándole la oportunidad a una persona que si posee las cualidades, pero tristemente no posee un buen nivel de contactos.
Injusto resulta entonces para todos aquellos que teniendo las capacidades no encuentran un trabajo, por el hecho que no tienen un pituto, desalentador resulta el panorama para todos ellos. ¿quién abrirá las puertas a esas personas?, no serán sus capacidades, en lo absoluto, por lo tanto ¿qué deben hacer?, ¿seguir perfeccionándose para ser mejores aún? o más bien ¿preocuparse por encontrar y conocer a la persona indicada que le permitirá obtener un trabajo? Difícil respuesta, la verdad no sé que es mejor dada la realidad en la que estamos insertos.
Cuantas veces los buenos profesores han visto con vergüenza aparecer en los medios de comunicación directivos de colegios que  no saben expresarse o derechamente no saben hablar. ¿cómo llegaron esas personas ahí?, y lo peor ¿cómo siguen ahí? , lo más probable es que si se investigara se llegaría a la conclusión que fue producto de un concurso arreglado, es decir había un pituto.
Pero hay esperanzas, no todo es tan negativo, pienso que las cualidades y capacidades si importan y en algún minuto son valoradas, vale la pena absolutamente perfeccionarse, querer ser mejor. Mientras mejor preparado se esté se puede hacer realidad la frase expresada por Gabriela Mistral hace ya tanto tiempo.
Así es que a no desanimarse aquellos que aun creemos que lo que se consigue en la vida es producto del esfuerzo , capacidades, trabajo y constancia, porque se tenga  o no un pituto  se puede llegar alto.
Alejandra Cuadriello Briceño

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